Si solo vemos el defecto, estamos ciegos

De las cosas que más me revientan… me reventaban… me siguen reventando a veces… Que me interrumpan. Pero no de manera anecdótica o cuando alguien no se da cuenta, o simplemente acontece en una conversación sin importancia o de ascensor. Tampoco si es para sorprenderme en ese momento con una muestra de cariño, o un gesto espontáneo irrefrenable, o me …

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El reconocimiento en el trabajo y otros anhelos

¿A quién no le gusta que le reconozcan? No se me ha dado la ocasión de que me presenten a quien huye de ser valorado y al que le amargue el día si en su trabajo recibe felicitaciones por su buen hacer… A mí, por lo menos, me encanta, me hace sentirme orgullosa, me da un chute de energía, me …

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Dejando el paradigma de la escasez

¿Eres más del paradigma de la escasez o de la abundancia? Oye, que no te dé vergüenza reconocerlo: si lo eres, lo eres. El tema es saberlo y modificarlo, si quieres. Dependiendo de tu generación, también se puede deducir. Los nacidos en el Siglo pasado tenemos todas las papeletas, mejor dicho, todas las creencias limitantes de nuestros antepasados familiares: guerras, …

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Si buscas empleo, revisa tu autoestima

Tengo una teoría y quería compartirla: tu éxito en la búsqueda de empleo está en sincronía con tu autovalía. Es fruto de mi propia experiencia, de mi trabajo, de la observación y del estudio. Por supuesto, la que más vale es la de mi propia experiencia, pues teorizar es sencillo y bonito (el papel lo soporta todo, se dice), pero …

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Criticar en vez de seducir

En la política actual, y en la campaña de elecciones próximas en particular, se comportan como chiquitos de patio de colegio y además, sin domesticar. Sería por mis clases de ética o por mi gusto en debates o por mi pasión por la argumentación filosófica, pero de bien pequeña aprendí que había perdido mi razón cuando me situaba en la …

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El reino de los ofendidos

Creo que lo acaban de subir a categoría de profesión: la ofensa. Tiene su metodología propia, requiere de ciertos talentos y sus réditos comienzan a ser cuantiosos. El inconveniente es que se nutre de fuentes externas y te acaba convirtiendo en un ser dependiente, cual vulgar vampiro, al acecho de víctimas inocentes que expresan sus pareceres, como si tuvieran derecho …

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