Hay inversiones ruinosas y que se intuyen en el instante mismo que las tienes en las manos. Pero hay que equivocarse para saber que son equivocaciones. No una, sino varias inversiones ruinosas tengo a mis espaldas. Pero no pasa nada, el día que aprendí fue el que me tocó engatusar a otros para que invirtieran tan ruinosamente como yo. Conforme lo estaba ejecutando una luz bajó del cielo y me dijo: Laura, no sirve de nada lo que estás haciendo y lo intuyes…
De hecho no lo he vuelto a hacer más. Expié mis pecados dejando de ganar dinero por ello pese a que es de los Talleres, Cursos y Libros más reclamados y vendidos: la gestión del tiempo. Pero hablo de cursos y cursos… Hablo de cursos donde se tratan parámetros, plantillas, listas, tareas, objetivos, agendas y detectores de elementos de distracción. Para el mundo empresarial y ceñido a su organización y trabajo en equipo, perfecto; pero para un profesional o para la esfera personal, ya me he desengañado, no.
El caso es que mi equivocación partió de una premisa errónea. Claro, por supuesto que sí se puede aprender a gestionar el tiempo, pero no comprando un libro, un software, o asistiendo a 20 horas de clase. Así no, nunca. La gestión del tiempo en verdad es la gestión de tu vida y eso precisa de más puntos y esfuerzo que leer, escuchar, marcarse planes, rellenar test y seguir rutinas.
Gestionar el tiempo es conocerse a uno mismo y eso lleva tiempo… Gestionar el tiempo es desaprender a reaccionar para aprender a responder, y eso lleva tiempo… Gestionar el tiempo es quitarte la dolorosa venda y aceptarte, y eso lleva tiempo… Gestionar el tiempo te lleva a ser coherente con lo que piensas, sientas y haces; y eso lleva tiempo…
No hay manual escrito sobre la gestión de tu vida, sobre tus objetivos vitales ni sobre tus valores de vida. Salvo que sea autobiográfico o lo hayas escrito tú. ¿Qué te va a decir un manual sobre tu persona? Te dará pistas, herramientas para jugar a los Legos, pero no hay instrucciones concretas sobre el juego de tu vida.
Lo sé, el tema descorazona un poco… ¿Y curso sobre ladrones del tiempo, sobre cuadrantes y coordenadas formadas con la urgencia y la importancia? Eso son meras herramientas, muy útiles en empresa, por cierto; pero para las personas físicas, tan útiles como los bisturíes desconociendo anatomía… Venga, si ya lo sabes, seguro que eres un experto de cómo procrastinar y detectar cuando te haces el que nadas moviendo mucho los brazos pero no avanzas ni dos metros.
Se precisa todo un aprendizaje integral sobre tu persona, tus creencias, tus tendencias, tus fortalezas, tus limitaciones, tus miedos, tus prioridades… Además de un análisis, reflexión y profunda comprensión de tu conducta para realmente diseñar, responsabilizarte, comprometerte y poner en marcha la gestión de tu vida.
Yo apenas lo palpé y todavía sigo indagando a raíz de mi formación en mi propio desarrollo personal y Coaching. Como parte, como apartado, como caja de herramientas que obtuve con dicha formación pensé que trocear y separar esa «asignatura» de gestión del tiempo era posible… Y no.
Lo siento, no hay caminos cortos, no hay más atajos que profundizar constantemente acerca de tu persona y a veces la fortuna de padecer golpes fuertes en la vida. Así que no sé yo qué decirte que es mejor, si largo plazo, medio recorrido o gran hostia rápida.
No somos tan sólo carne, pensamiento o corazón, somos la arena de un reloj de contenido incierto. Hablar de tiempo es hablar de vida. Decidir en qué, con quién y cuánto inviertes en tiempo es decidir qué quieres hacer con tu vida. Es decidir con quién te merece la pena estar en tu vida. El cuánto se tarda más en regular.
Normalmente cuando ya escasea la materia prima o a punto del último gramo te das cuenta que tus manos tienen mil rendijas por donde pasaba esa arena y que a veces las abrías para hacer que otros las cerraran y les cundiera más a tu costa. Cuando se hace inconscientemente luego se te puede quedar una cara…
Así que lo que parece que sirve para gestionar tu vida no es más que tener conciencia de quién eres, qué quieres, qué depende de ti y quién te acompañará. ¿Sencillo verdad?
Creo firmemente en que se puede llegar a domesticar al tiempo. También creo en los procesos de coaching. Y por supuesto creo en los cursos de desarrollo personal donde se indaga en donde escuece y sabes que no terminan con un certificado y que debes seguir «duchándote» a diario para estar limpio.
Creo en el amanecer y en el ocaso, y además, aprendí a distinguir los fuegos artificiales de las certeras estrellas. Unos duran un instante deslumbrante, otras permanecen aunque no las veas.
Pero no creo en cursos de gestión del tiempo que se aborden desde otro punto de vista que no sea el desarrollo personal y humano de uno mismo.
Si al crearnos como seres necesitamos tiempo… Si para ir creciendo necesitamos tiempo… Si para alcanzar la madurez necesitamos tiempo… El tiempo: caballo desbocado. La vida se compone de tiempo y el tiempo es eso a lo que nos subimos encima para dar el paseo de nuestra vida.