Una red social… ¡tachán! no virtual

Que esto sea lo novedoso, es para pensarlo… Una red social de carne y hueso, sí, de esas que miras a los ojos, te presentas con la mano o con dos besos e interaccionas al instante. ¡Venga, va! ¿A quién le va a interesar? Sin poder retocar la foto para tapar calvicies, años de descuido, bolsas de ojos trabajosos o expresiones de estrés; dejando de lado, por supuesto, esos magníficos artículos que escriben otros y que compartimos como si fuera fruto de nuestro ingenio, y ni tan siquiera mentar la actitud tan valiente y políticamente correcta de tirar la piedra excusándose en el semianonimato. Y ya ni te cuento eso de presentarse así con la intención descubierta de ganas de relacionarse con la gente. ¿Qué van a pensar? ¿Que quiero hacer networking con los demás? ¡Uy, qué horror!

Esto último creo que es lo peor de todo, a la gente le da corte mostrar su propósito, como si los demás hubieran acudido por invitación VIP para hacerte un favor dejándose ver, mientras tú has acudido por el verdadero descarado propósito: relacionarte. Curioso además cuando me encuentro a una querida conocida, Marta Rey, y me dice:

—Chica, estás en todo. Y claro, yo le contesto:

—Y tú lo sabes porque en ese todo estás tú también.

Nos partimos de risa las dos y ¡ala! a la porra la relación ajena, nos bastábamos solas para congeniar y puedo decir que salimos siendo amigas. También conversamos con uno de los ponentes, Isra y sobre todo con la anfitriona del evento: Mónica Pagola. Su red Fun & Find fue la culpable de reunirnos una tarde de julio ante la playa para charlar e intercambiar ideas de negocio y compartir aficiones o vivencias.

Detrás de una marca siempre hay un storyteling  y el de Fun & Find es buenísimo. Ella se separó y harta de redes o marcas de encuentros, decidió creársela ella misma para así invitar a gente con gustos afines, intereses comunes y ¿por qué no? contactos amistosos con posibilidad o no de roce. Ese concepto de «si no me compra nadie, me voy a comprar yo», me entusiasma. Allá donde a un emprendedor se le ocurra poner en práctica esa idea, deberían acudir todos los inversores del mundo. La historia nos demuestra que los grandes avances surgen de las grandes necesidades no satisfechas. Y de eso fue también la gran anécdota que nos contó Israel Pastor del Observatorio Universitario de Inserción Laboral, con bastante gracia y desparpajo.

Previamente nos había relajado Pedro, Gerente de Ten Sensaciones, con su ponencia sobre medicina y comida ayurvédica. Pues todo consiste en eso: relajar, relajar. Parece ser que hay tres grupos de personas. Unos que ya nacieron relajados, a esos se les estresa lo justo como para que hagan algo. Están los normales, tan sosos ellos que ni me quedé con lo que se les hacía, y luego estamos los del 90%, locos perdíos de atar. A estos, relajar, relajar. Y yo, para desentonar, tomándome una Coca light…

Conclusión del encuentro: Mónica, Marta y yo, hablando sobre mi reciente afición/profesión/pasión/empecinamiento (novela erótica), terminamos creando un nuevo grupo NRNP, siglas de «Ni Reprimidas Ni Petardas», donde a Carmen Santos le hacemos un hueco de honor (porque por juventud la tendríamos que quemar en la hoguera y también porque fue ella quien, gracias a verme actuar en un Pecha Kucha,  me llamó a este evento) y donde quedó demostrado que la chispa surge del contacto físico humano.

PD: Ahorrándonos, por cierto, muchas horas de ordenador y vista cansada.