San Valentín… aparta ese cáliz de mí

¿Es que hace falta un día para eso? me pregunta una amiga. ¿Y yo a ésta que le contesto? Mira que si se me tuerce la pregunta, a veces no atino con la respuesta ni transcurridos varios años…

Parece ser que es tónica de nuestra humanidad señalar en el calendario para despistados y demás especímenes. Es tu cumple, es nuestro aniversario, es el día de nuestra profesión, hoy nos tenemos que acordar de tal cual por narices, quedaba este día para conmemorar, para no olvidar, para celebrar, para ser, para tener, para pensar, para dar… Ni cientos de agendas conectadas al unísono son más eficaces que un vistacito rápido por las redes… y la publicidad ;·)

¿Cómo dejar pasar un sentimiento tan universal por alto? Por si acaso te has pensado que tu quehacer hasta ahora es suficiente, aquí estamos para decirte que no. Que como siempre, en algún momento caerás en la trampa del chantajillo emocional, del reproche encubierto pero presto a olvidar con champán o del lema «las penas con regalos son menos penas».

Esto lo captan enseguida los negocietes y bajo la ira, la gula, o no sé cuál diría Fran Torreblanca en su magnífica serie de Los 7 pecados capitales en el marketing, te hacen caer de todas, todas.

Hombre, siempre puedes ser el que engrosa una parte de las estadísticas de: eso es una fecha comercial que nada tiene que ver con el gran amor que siento por el/ella y que conste que el/ella lo sabe y comparte la misma idea que yo.

Perfecto, mira que me parece perfecto, que sí, que por no participar en esas tontadas colectivas no van a quedar tus muestras de amor en entredicho. Si eres de los que no necesitas agenda ni fecha especial porque a diario, en mil detalles, de manera sutil o gritando al viento le haces saber a tu contrario (uy, perdón la expresión, se me ha ido el cupido al cielo…) que tu llama del amor sigue viva, o acaso que acaba de prenderse y corre gran riesgo de incendio, pues te felicito. Te has salvado del vil escarnio por no participar este día.

Mas, si lo haces porque hasta se te olvida cuando te lo recuerdan, o porque total, para lo que hay que celebrar, o porque eres un rebelde sin causa (y andas más que despistado como para no encontrar una en Google) o porque eres un roñoso, es que no tienes remedio y te mereces todo lo malo que ese día te pase (hasta quedarte sin …exo). ¿Pero no te has dado cuenta que no tienes ni qué pensar?

Si seguramente l@ tienes tan mal acostumbrad@ que una simple nota de cero líneas; una flor sacada de la decoración del rellano; un libro de autoayuda que venía con el paquete de galletas «¿Dónde se me fue la gana de tener una vida sana?»; una cena sin que implique que te compre, cocine y encima recoja la mesa; una mirada de «yo también me he dado cuenta de que existes»; un codazo de «¿qué, esta noche toca?» seguida de guiño  bajalibidos; o dejar de recriminar por …ava vez, es más que suficiente.

No te preocupes, que cuanto más bajo tienes el listón, más cerca estás de la gloria. El caso es que las cosas que no se ven (love is in the air) hay que hacerlas visibles. Somos así de tontos los amantes, necesitamos señales, palabras y gestos. Si no es por una convicción digna de elevarla a categoría de «objeción de inconsciencia», ¿tanto te cuesta? Seamos francos, nunca jamás vi que cuando alguien recibe una muestra de amor de quien se supone le ama le haga sentir mal.

¡Ah! yaaaa, ahora caigo… eso de ni se te ocurra hacerlo porque lo dicen o te lo digo, sino porque te brota, te nace y eso… Tienes razón, es mejor que si veis una peli romántica le ponga ojitos al de al lado. Si por un casual ponen una música que… no, hombre, no, piensa en el último empujón y si te sale cara de dolor de muelas, mejor. Vamos, y si por un casual veis a una pareja comiéndose a besos en un portal, porfa, suelta mi mano enseguida y háblame de ir a casa de tu madre. Vamos, que para hacerte sentir bien, bien, que pruebe con ignorarte como si ese día con él o ella fuera lo mismo que celebrar el día del gustirrinín de tener la cabeza afeitada…

Así que me atreví a contestar a mi amiga:

—Pues no, viendo lo que hay, viendo lo poco educados en amar que estamos, no es que haga falta un día, es que hacen falta los suficientes como para llenar toda una vida.

PD: Si lo tienes, lo das. Y si no, lo compras en El Corte Inglés. Lo digo porque me encantan sus spots…

EL AMOR MOLA

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