El verano, las vacaciones y el noble oficio del blogger

De verdad que si me llegan a decir el verano pasado que yo me encontraría ante este dilema… ¿Publicar o no publicar? He ahí la cuestión. No me atiborréis a consejos, opiniones, advertencias, pareceres o experiencias propias o captadas en el aire, gracias, pero ya me leí infinidad sobre el tema (os recomiendo el blog de enredando por la red http://www.enredandoporlared.com/el-dilema-de-publicar-mas-o-menos-en-un-blog/,  y creo que ya me he decido: no tengo una decisión tomada. O mejor pudiera decir, que sí la tengo, pero no es cerrada. O sí es cerrada, pero va a ser flexible… Oséase, que no voy a seguir un criterio claro, sino más bien, marearé la perdiz.

Cuando me armé de valor para crear un blog pensé que se trataría de un pasatiempo, en el estricto significado de la palabra y no en el noble oficio en que se me ha convertido. Esto de ser bloggera es una profesión en toda regla y ya, te aseguro, que es lo último que me faltaba. (Bueno, lo último hasta que venga otra cosa después) Y digo profesión porque le pongo el mismo empeño, dedicación, esfuerzo, mejora y expertis que le pongo a mis otras habilidades rentables. No me fijo en el ROI ni historias por el estilo, quizá sea un fallo o un acierto, pero después de haber pasado por ello, casi hasta pagaría por poder seguir haciéndolo. Pero, por dios, que no se entere WordPress, o me veo tasa al canto.

Analizando el tema con otros compañeros, he llegado a la conclusión de que no se vive de la misma manera por parte de otros bloggers, sin perjuicio de que sean magníficos y sus blogs sean de lo mejorcito. Creo que el problema radica en los que somos escritores, esto es un vicio peligroso para los que nos apasiona escribir. Podemos hacerlo a diario, que salga publicado cuando queramos y sin coste alguno y encima obtener un feedback inmediato si lo lanzas en las redes sociales. ¿Pero es que nadie se ha dado cuenta de lo pernicioso que es tener un blog para este tipo gente?

Así que me he propuesto como tratamiento para mi salud literaria, dosificarme en verano. Necesito tiempo para empezar una novela que me ronda y para mí la concentración alimenta mi creatividad. Tengo que estar todo el rato pensando en mis personajes, imaginarlos en mil situaciones y luego ya escojo unas cuantas escenas, unos diálogos aquí, unas frases allá y me siento ante el teclado. Sin embargo esto me resulta muy complejo si encima hablo contigo constantemente. Sí, contigo, querido lector, eso es lo que hago cuando subo un post: hablarte. Y aunque sea mujer, como tópico se dice por ahí: bien, bien, lo que se dice bien, no puedo hacer más de cinco o seis cosas a la vez…   ;·)

Ale, ya lo he dicho, ya está, ya me siento mejor: Hola, soy LAU y soy una bloggadicta. Si publico más de dos veces a la semana sabrás que estoy de recaída total y si consigo mantenerme o descender, mi novela avanza, en la misma proporción que mi lucha interna. Esto no es una despedida, ni siquiera una amenaza de olvido, es mi manera de decirte que seguiré pensando en ti, pero bajo otra forma, un libro. Feliz verano, nos seguimos en las redes.