Ciérrame

Y es que no me sé andar sola. Ni me manejo bien en este gran e inmenso circo, llévame a punto quieto y fijo.

Prefiero tu mano, tu asir con fuerza. En un cómodo no pensar a dónde.

Y así me veo en un deseo oculto. Un regalo no abierto. Una alegría por venir. Una pena por expresar. Una malicia sin castigar. Un amor sin decir.

Mas nunca sola. Como la piedra no sacada de la mina, no pulida y aún por descubrir. Así quedo yo.

Si no camino y no abro los ojos, no tropiezo. Aquí parada me detengo y no caigo.

Mi suerte es abrazarte y quedar atrapada en la seguridad de un tiempo pasivo y lento.

Mas nunca sola. «Volveré» es tu palabra fetiche. «Te espero» es mi frase recurrente.

No conozco más dicha que servirte, custodiar tus mundanas preocupaciones, tus minucias.

Haya lo que fuera, no importa ni tampoco pregunto. Cuando te interesa, tus manos me acarician y sin remilgos me aprietas.

Lo sabes antes de hacerlo. Puedes rebuscar sin permiso, que no tendrás resistencia. Yo así para contigo me muestro.

Igual que ese primer día… y que así sea… hasta que me convierta en candado roto.

Si lo quieres escuchar

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *