Amar mi presente

Mira que cambié cien veces las sábanas… y seguían oliendo a ternuras pasadas.

Mira que vi amaneceres brillantes… y por instantes se apagaban con mis sombras afligidas.

Me resolví no importar esperando pasar los días. Cada hoja en el calendario alejaba lo que fue y acercaría lo que no sé.

Apenas se me asomó un pensamiento. ¡Qué tímido era!

Se escondía en cuanto lo intensificaba. Pero a toda verdad, como bicho escurridizo, le gusta que le busquen y le encuentren. ¿Qué sentido tendría sino ser una sorpresa y no aparecer nunca?

Dejé de ansiar lo triste por experimentar ese fugaz relámpago. Uno… dos… diez… Y acabó en tormenta. Y siendo rutina.

Jamás arrastrar el sueño por el suelo tuvo tanta gracia. El agua fría en mi boca. La letra que garabatea mi mano. El mechón que se desordena. Ensuciar lo limpio. Abrir con la llave la puerta. Ummm, todo me sabe a aventura diaria.

¿Existe queja en la dicha por respirar todo el puñetero día? Que el corazón me funcione…

Amar mi presente, eso es ahora mi vida.

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