Mensaje manido: Sé la mejor versión de ti mismo

Seguro que tienes un apartado en tu mente de “eso ya lo he escuchado tanto que ya no me convence”. Al menos a mí me pasaba con la frase “Sé la mejor versión de ti mismo”. ¡Ostras! Si no sabemos la mayoría de las veces quiénes somos, como para andar sacando versiones por ahí…

Debo reconocer y reconozco que antes de formarme en “charlatanería”, según definición de algunos eruditos del no desarrollo personal, me intrigaba esa frase. Si yo supiera cuál es mi mejor versión, seguro que lo haría, ¡qué tontería! Luego el tiempo (como sinónimo de resultado de la observación de la cruda realidad) me dijo que precisamente los humanos somos tozudos a no hacer lo que pensamos.

Esta frase, ojo para mí, no quiere decir que te conviertas en el líder ese al que todo quisqui quiere seguir debido a sus hazañas excepcionales, sino simplemente que no te conformes con ir tirando, que rasques cada día un poquito más allá. O sea, que sabemos perfectamente cómo podríamos hacer las cosas mejor, pero… —¿Para qué? —¡Qué pereza! —¿Me va a servir de algo? —Haga lo que haga nunca será suficiente. —¿Y qué será lo mejor? —Cuando consiga X, me pongo seguro. —Si así soy la hostia ¿a qué más? —No sé por dónde empezar. —Eso supondría un esfuerzo innecesario, soy así. —Quien de verdad me aprecia, me lo perdona. —Gilipolleces, con la edad nos estropeamos. —Me encantaría ¿quién me ayuda? —Que empiecen los demás, total, para vivir entre estos…

¿Has escogido ya tu respuesta? Quizá tengas otra excusa, yo la tenía. Era buena, no creas y me sirvió hasta que un fatídico día me dio por ponerlo en práctica. Me hice el firme propósito de hacer algo pequeño y no muy comprometido para ver qué pasaba. Y pasó lo peor que podía pasarme: me salió bien. Y ya para rematarlo del todo: me sentí mejor. Claro, si sólo hubiera servido para los demás, pues otro día de enfado y desengaño con el mundo, me vuelvo a mi sitio y aquí no ha pasado nada. Mas ¡ay, amigo! a quien más le sirvió, a quien más le ayudó fue a mi persona.

Y advierto a quien se le ocurra hacer la misma idiotez que a mí con otra frase de esas que le llamen la atención: es un sitio de no retorno. No quiero decir con ello que una vez que has hecho algo bien como por arte de magia estés destinado a repetirlo, nooooo, que de casos que demuestren lo contrario está el anecdotario lleno y sale mi caso, te lo aseguro. Me refiero a que una vez que tomas consciencia de que puedes hacer las cosas mejor de cómo las hacías, no puedes escapar de esa certeza. Puedes mirar para otro lado, pero sabes que está allí. Puedes intentar autoengañarte, pero sabes que está allí. Puedes buscarte una nueva excusa, pero sabes que está allí.

Sabes que está allí y que simplemente eliges no hacerlo. ¿Te sientes mejor sabiendo lo que sabes y no haciendo lo que sabes que puedes hacer? ¡Ja! Yo también lo lamento… Así que ahora que cada dos por tres veo la dichosita frase decorando cualquier foto, me entra un qué sé yo… ¿Y tú? ¿cuál es ese mensaje que jamás debes de poner en práctica?